El Observatorio Ciudadano de Políticas Públicas, creado el pasado 21 de octubre con el apoyo de Fundación Maquilishuatl (FUMA), denunció las principales problemáticas que se viven en diferentes municipios de Sonsonate. El objetivo fue, en primer lugar, visibilizar las afectaciones que se viven día a día en diferentes localidades y, en segundo lugar, exigir a los gobiernos locales la pronta intervención para la solución de los mismos y la toma de decisiones a favor de la población y las comunidades.
El Observatorio presentó situaciones que viven muchos pobladores en cada uno de sus municipios, logrando, de esta forma, el objetivo con que esta organización fue creada: “generar procesos de vigilancias, tanto ambientales y de género, y la identificación de problemas que afectan directamente a las comunidades”. Por ello, además de exponer las dificultades que existen, exigieron enérgicamente a las autoridades, especialmente a las alcaldías, a que mitiguen cada una de las problemáticas que enfrentan.
Entre los temas abordados, se pueden mencionar las afectaciones de la residencial acrópolis en Nahulingo, donde, desde 2017, con el inicio de la construcción de dicha residencial, se generaron problemas con el terreno, ya que 19 de las 30 manzanas son patrimonio cultural, y, además, es un centro ceremonial de Tacuscalco. Otra consecuencia de las acciones hechas por la constructora Fénix es la contaminación del río Ceniza, que genera enfermedades como dolores de estómago, afectación en la fauna con la muerte de peces en el río y muertes de animales domésticos.
Entre los problemas ambientales destacados se encuentran la acumulación de desechos sólidos en Acajutla, por ejemplo, el aumento de enfermedades, como la insuficiencia renal en el cantón el Cacao, Sonsonate, o la contaminación en ríos que afectan directamente la salud de la población. Asimismo, se habló sobre la violencia de género a la que están expuestas las mujeres en Sonsonate. “Las mujeres se ven afectadas, ya que la limpieza de sus hogares o el acceso al agua dependen de ellas y hay una clara vulneración a sus derechos, el hecho de no tener agua en sus lugares de residencia motiva a que sean las mujeres las que deben caminar y recolectar el líquido, poniéndolas en riesgo ante cualquier tipo de abuso”, reza el comunicado.